domingo, 16 de septiembre de 2012

Dolores de Campeonato

Amanezco hoy con extrañas sensaciones. Mi cuerpo es un cúmulo de molestias, dolores, pesadez y cansancio. La vitalidad de los últimos días parece haberse perdido entre las sábanas esta noche. La busco desesperado mientras hago la cama, pero ya no está ahí se ha ido mientras dormía y ha dejado en su lugar lo mismo que Atila dejaba a su paso.

Camino de la cocina mi maltrecha anatomía me deleita con los "Grandes Éxitos" de mis lesiones pasadas. Todas tienen su momento de gloria. "El Aquiles y la Entesiti del Infierno", "Fascitis Galopantix", "Lumbalgia Aguda feat Psoas Acortado"... El elenco de grandes dolencias es inigualable y se van alternando para ofrecerme la mejor versión de ellas mismas.

Mientras mojo el bizcocho en el café trato de buscar en mi memoria la respuesta a "¿qué he hecho yo para merecer esto?". Algunas respuestas vienen a mi casi de inmediato. Es la semana 53 de la temporada, he recorrido más de 6000 km, enlazando semanas de 140 km como si fuera sencillo, intensidad, intensidad y más intensidad, he desoído todas las peticiones de tregua de mi maltrecho cuerpo. Quizás éste sea el castigo por mis "pecados". Pero, ¿por qué ahora? Justo cuando llevo tres días de "relax", justo hoy cuando...¡¡¡Ah!!!, ahora lo entiendo todo.

Ya recuerdo la última vez que me sentí así. Y no hace mucho, pero parece que ha pasado un largo tiempo desde entonces. Fue hace menos de un mes, tres semanas exactamente. En aquella soleada mañana del domingo 26 de agosto mi despertar fue igual de descorazonador que el de hoy. La rabia me inundaba al pensar lo bien que había llegado a aquella jornada y que justo en el momento de la verdad a mi cuerpo le daba por revelarse contra mi. 

Esa fue la mañana del Campeonato de España de Pamplona y ésta es la mañana del Campeonato de España de O Barco. Dos carreras de campeonato, dos despertares aterradores. Entonces me sobrepuse e hice mi mejor carrera en Campeonatos de España al aire libre. No por el resultado final (que también), sino por las actitudes; esas cosas que no salen en ninguna clasificación, ni en ningún palmarés pero que marcan la diferencia entre ser un buen atleta y uno mejor, entre la satisfacción personal y la completa paz interior. 

Hoy mi cuerpo ensaya de nuevo. Se conecta con todos los rincones de mi anatomía, porque sabe que los voy a necesitar. Y en esas conexiones encuentra mensajes desoídos, enterrados, olvidados; que ven su oportunidad de salir a la luz y lo hacen en tropel. Pero eso no cambia el hecho de que estoy preparado; es más, se reafirma tal circunstancia.

Hoy a las 20:00 en O Barco de Valdeorras Campeonato de España de Milla en Ruta. No es mi fuerte (o eso parecía) pero las barreras y las ideas preconcebidas se hicieron para superarse, para apoyarse en ellas y  llegar más alto.

"Los único límites en tu vida son los que tú mismo te pones. Cuando te atreve a salir de tu círculo de comodidad y a explorar lo desconocido, empiezas a liberar tu verdadero potencial humano"    

Haciendo caso omiso a las sensaciones (Pamplona 2012, cortesía de www.fotorunners.es)


Exploremos pues...



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